July 23, 2014

Diving Deeply Into Integrated Landscape Management: The Case of Araucarias del Alto Malleco Model Forest in Chile

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What does it actually mean to be a platform that supports integrated landscape management? After working day in and day out with landscape leaders striving to implement landscape approaches while conducting the Continental Review of Integrated Landscape Initiatives in Latin America and the Caribbean, I found that I was still full of questions about the many faces of landscape approaches and their ability to generate tangible results at the community level. So, with the generous support of the Atkinson Center for a Sustainable Future, I embarked on a one-month journey to Chile to dive deeply into the experience of one landscape initiative, Araucarias del Alto Malleco, and its particular approach to landscape management.Araucarias del Alto Malleco is part of the Model Forest Network,  an international network of landscape level initiatives that support participatory local governance in forest-based landscapes. Although the network began in Canada and now has Model Forests around the world, Latin America hosts nearly half of all Model Forests. Of the three Model Forests in Chile,  Araucarias del Alto Malleco is the oldest one that is still active. It was initiated in 2002 after community members learned of the experience of the Model Forest in Chiloé (no longer active today). Locals saw the Model Forest approach as an opportunity to resolve conflicts between forest companies, the Chilean government, and local communities.

Araucarias del Alto Malleco Model Forest spans the comunas (local level administrative areas) of Curacautin and Lonquimay. The area, known for its beautiful forests of endangered Araucaria trees, was once heavily logged. Now, with few forest resources remaining, the population depends mainly on livestock and to a growing extent, tourism, for income. The government has struggled to come up with development activities that can have a lasting positive impact in the landscape. As a hybrid institution with public and private funding, Araucarias del Alto Malleco has more flexibility than many government programs, and adapts to the particularities of the landscape and its people. The Model Forest strives to ¨bring development to local people, but development that is shaped in dialogue with the people,¨ says Araucarias del Alto Malleco´s former President, Pablo Sola Ruedi.

Interestingly, the Model Forest’s members don’t see traditional development projects funded by donor agencies as the only or best way to do this. They rely on the voluntary participation of members from many sectors, including large and small scale agricultural producers, local government organizations, entrepreneurs, leaders of indigenous communities, researchers and civil society organizations. Together the partners develop a common vision and coordinate action between these diverse local and regional groups. The Model Forest “brings to the table different interests,” says former Executive Director Washington Alvarado, “but it gives a direction, a purpose.” That purpose, according to current Executive Director Alex Jarpa, is for “local stakeholders to plan their future in alignment with sustainable management of natural resources.”

Stakeholders’ cooperation is leading to tangible outcomes for diverse aspects of local development. For example, members have developed new value chains for non-timber forest products like the piñon (the fruit of the Araucaria), rose hips and wild mushrooms. The platform also helps build the capacity of water user associations to vie for water resources in Chile’s complex water policy environment. Through a current project, members are developing a climate change adaptation plan for the region to begin dealing with the consequences of climate change in the landscape.

While the government has developed its own programs for participatory platforms, it has been more successful in creating platforms for gathering information than ones that place decision-making power in the hands of local stakeholders. Fostering local level participation in decision-making platforms is a goal that the Model Forest is uniquely equipped to facilitate. Through coordination, the members are better able to use their individual resources in complementary and synergistic ways. Perhaps the greatest strength of the Model Forest and initiatives like it is its flexibility to adapt to the changing ecological, political, social and economic conditions of the landscape. However, the function of such initiatives is dependent on governments and donors seeing the value of coordination for achieving sustainable landscape management. It appears that Chile is seeing the benefit of its Model Forests and raising awareness of these initiatives at a national level.

I’ll be watching the future of the Chilean Model Forests with curiosity to see what lessons they can share with other landscapes in Chile. In the meantime, I’ll be heading off to Canada in September to learn from another Model Forest, Prince Albert. Check back in early October for more highlights from my work on the ground with the Model Forest Network!

¿Qué significa ser una plataforma que apoya el manejo integrado de un paisaje? Después de trabajar día tras día con líderes esforzándose para implementar iniciativas con enfoques integrados de paisaje (ILIs) durante una revisión de sus experiencias al nivel continental, me encontré con más preguntas que antes sobre el funcionamiento de las ILIs y su capacidad para generar resultados tangibles al nivel comunitario. Entonces, con el generoso apoyo del Atkinson Center for a Sustainable Future, viajé a Chile a sumergirme en las experiencias de una ILI, Bosque Modelo Araucarias del Alto Malleco, y su manera particular de abordar el manejo integrado de su paisaje.Bosque Modelo Araucarias del Alto Malleco es parte de la Red Internacional de Bosques Modelos, una red de iniciativas que trabajan en paisajes y territorios con una base forestal y donde hay interés en la gobernanza participativa. Aunque la red nació en Canadá, y ahora existen Bosques Modelos en todo el mundo, más de la mitad de los Bosques Modelos se encuentran en Latinoamérica. De los tres Bosques Modelos que ahora existen en Chile, Araucarias del Alto Malleco es el mayor, con más de diez años de experiencia. Se fundó en 2002 después de que algunos líderes comunitarios aprendieron de la experiencia de un Bosque Modelo en la isla de Chiloé (que hoy día no está en función). Los líderes vieron al enfoque del Bosque Modelo como una oportunidad resolver conflictos entre las empresas forestales, el gobierno Chileno, y las comunidades del paisaje.

El territorio del Bosque Modelo Araucarias del Alto Malleco incluye a las comunas de Curacautín y Lonquimay, ubicadas en la novena región. El área, conocida por sus bosques majestuosos de araucarias en peligro de extinción, fue explotada por sus ricos recursos madereros. Ahora que los bosque se han convertido en renovales de menor calidad, los ingresos de la población dependen de la ganadería y cada vez más del turismo. El gobierno se ha esforzado por encontrar una estrategia para el desarrollo que tenga un impacto positivo en el paisaje. Como una institución híbrida que recibe fondos públicos y privados, Araucarias del Alto Malleco tiene más flexibilidad que los programas gubernamentales para adaptarse a las particularidades del paisaje y su gente. El Bosque Modelo lucha por “cuidar el medio ambiente otorgando el desarrollo a la gente, y conversado con la gente,” dice Pablo Sola Ruedi, el primer Presidente del directorio del Araucarias del Alto Malleco.

Los miembros del Bosque Modelo no ven a los proyectos tradicionales financiado por donantes como la única o mejor manera para lograr sus metas. Dependen de la participación voluntaria de actores de varios sectores – grandes y pequeños productores, organizaciones del gobierno local, emprendedores, dirigentes de las comunidades indígenas, científicos, y organizaciones sociales. Juntos buscan una visión común que les permita coordinar acciones entre los diversos grupos locales y regionales. El Bosque Modelo “[coloca] en una mesa diferentes intereses,” de acuerdo a Washington Alvarado, el anterior Director Ejecutivo, “pero les quiere dar una dirección, un sentido.” Ese sentido, dice Director Ejecutivo Alex Jarpa, es que “los actores logren planear su futuro en torno al manejo sustentable de los recursos naturales.”

La coordinación entre miembros del Bosque Modelo está generando resultado tangibles para el desarrollo local. Por ejemplo, los miembros han desarrollado nuevas cadenas productivas para tres productos forestales no maderables incluyendo el piñón (el fruto de la araucaria), rosa mosqueta, y la morchella. La plataforma también ofrece apoyo técnico y capacitación para las asociaciones de agua potable y otros que estén intentando navegar por las complejas políticas que gobiernan el uso del agua en Chile. A través de un proyecto vigente, los miembros están desarrollando un plan de adaptación para el territorio para comenzar a enfrentar las consecuencias del cambio climático en su paisaje.

El gobierno Chileno tiene sus propias plataformas participativas pero hasta ahora han servido más para recopilar información que para orientar la toma de decisiones en las manos de actores locales. El Bosque Modelo está especialmente organizado para fomentar y facilitar una plataforma que les permita a los actores locales tomar decisiones que influirán su paisaje y desarrollo. Por medio de la plataforma, los miembros coordinan sus planes para que las actividades de la plataforma sean complementarias y sinégicas. Quizás la mayor ventaja que tiene el Bosque Modelo e iniciativas similares es ser flexible a los cambios ecológicos, políticos, sociales, y económicos en el paisaje. Sin embargo, la función de tales iniciativas depende de que los gobiernos y donantes reconozcan el valor de la coordinación para lograr un manejo sustentable del paisaje. Hasta ahora, el gobierno Chileno reconoce los beneficios del marco de los Bosques Modelos y está difundiendo sus logros en el ámbito nacional.

Estaré pendiente del futuro de los Bosques Modelos Chilenos para ver qué lecciones tienen para compartir con otros territorios Chilenos. Mientras tanto, viajaré a Canadá en septiembre a visitar otro Bosque Modelo en Prince Albert, Saskatchewan. Vuelvan en octubre para leer más de mi trabajo con los Bosques Modelos.

Photo: Abigail Hart
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